Empezamos una mañana temprano en Cuenca, en el barrio de San Antón, siendo cuatro traviesos.
Después de algún intervalo y la subida al Ventano del Diablo, llegamos a Uña.
Almorzamos y descansamos.
Empezamos a subir hacia las Majadas, admirando las imponentes rocas sin imaginarnos lo que nos esperaba: "Tremendo piedrote que grande es".
¡Continuará!
Lugares mencionados:
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